Fisioterapia Híspalis

Rehabilitación Ictus

Ictus, derrame cerebral, accidente cerebro vascular (ACV), trombosis, infarto cerebral, hemorragia cerebral, apoplejía, etc., son algunos de los nombres con que se denomina la alteración brusca en la circulación cerebral.

El ictus varia de una persona a otra y depende del área afectada. Son de 2 tipos:

- Ictus isquémico: se produce cuando se ve afectada la irrigación sanguínea con disminución de oxígeno ocasionada por un trombo o un coagulo.

- Ictus hemorrágico: es cuando se eleva la presión arterial y se rompen las venas o arterias, causando daño en el cerebro por una subida de presión, debido a la correspondiente hemorragia.

- Se conoce también un ictus transitorio: es un episodio breve y reversible que dura poco tiempo y no produce secuelas de hemiplejía.

Posibles causas:

- Herencia familiar.
- Edad ( mayores de 55).
- Hipertensión arterial.
- Tabaco o exceso de alcohol.
- Enfermedades cardíacas.
- Diabetes tipo ll.
- Drogas.

Síntomas:

- Debilidad o adormecimiento a un lado de la cara, brazo y pierna.
- Trastorno de la sensibilidad a un lado del cuerpo.
- Confusión repentina, dificultad para hablar o entender.
- Repentina dificultad para andar, mareo o perdida del equilibrio o coordinación.
- Problemas visuales en el ojo del lado afectado.
- Dolor de cabeza repentino sin causa aparente.

Formas de diagnostico:

- Exploración e historia clínica.
- Tomografía computarizada.
- Resonancia magnética.

La importancia de la fisioterapia en la secuela del ictus:

El tiempo que haya pasado desde que ocurrió el ictus hasta que sea diagnosticado y tratado es fundamental, porque de eso depende en gran medida el tiempo de recuperación. La terapia puede empezar 2 o 3 días después de la estabilización del paciente.

En fisioterapia el objetivo principal es mejorar la calidad de vida y potenciar la autonomía para la completa realización de las actividades de la vida diaria (AVD).

Para empezar se realiza una evaluación clínica completa. Donde se valorará su tono muscular y articular, coordinación, control postural, equilibrio, sensibilidad, etc.,las tareas que puede realizar y sus limitaciones. Se traza un plan de tratamiento personalizado para cada paciente, con objetivos a corto, medio y largo plazo.

Es importante recordar que en la rehabilitación del paciente son las repeticiones las que, basándonos en la plasticidad neuronal, que es lo que nos permite modificar o reorganizar el sistema nervioso central (SNC), permiten la reactivación de las funciones motoras y de coordinación. Para ello es fundamental el apoyo familiar en todos los ámbitos, tanto en lo emocional, como en lo físico, y repetir tantas veces como sea posible una tabla de ejercicios adecuados a las limitaciones y capacidades de cada paciente para lograr así las metas que nos planteamos y conseguir su completa independencia.